martes, 24 de enero de 2017

Simultaneidad de instantes



Ayer la vida, en un instante, hizo que nada tuviera sentido. 

Al poco de publicar mi anterior entrada sobre instantes en la mochila, tuve que llenarla con uno de los momentos que menos desearía guardar en ella. 

Pero toca hacerlo.

Bimba Bosé nos dejó. 

(No sé si a Antonio Burgos le gustará mi expresión sin mencionar a ninguna Santísima de Sevilla). 

Poco más puedo decir sobre ella que no haya dicho ya. Sólo pude aportar ayer unas breves palabras, que salieron de mi corazón apretao por su pérdida . 

"Intentamos celebrar la vida, pero la vida a veces golpea tan fuerte que si se va una, algo de nosotras se va con ella"

Supongo que es generalizado. Todas sentimos miedo cuando sabemos de noticias así. Cuando te faltan dos tetas y tienes 4 años de regalo, como es mi caso, me quedo sin aliento. Como si fuera una entre un millón y esa hubiera sido la suerte de mi vida. 

No puedo seguir escribiendo sin que se me salte una lágrima. 

Ya escribí de Bimba Bosé palabras lindas. Hoy estoy sin palabras. 

Es un drama que se nos haya ido... porque su lucha y su entrega a la vida que le había tocado es un ejemplo y un recordatorio de que tu vida no te pertenece. Así que, sólo vívela. Y creo que ella supo vivir a su manera y de forma brillante. 

Es un drama también porque simplemente ya no está. 

Ya no nos recordará más que tenía cáncer de mama. Y que se curó. 

A mí no hace falta que nadie enferme para recordarme que existe el cáncer de mama y que el cáncer de mama mata. 

A mí no me hace falta que nadie me explique mucho. Si tengo dudas, sé donde preguntar. 

Pero a todas las sanotas del mundo mundial os hace falta. 

No es que quiera que vivais asustadas.

Pero no viváis al margen de la realidad. 

Y, sobre todo, no debería hacer falta que una famosa muriera de cáncer de mama para que digáis, voy a hacerme una revisión...

Como ya sabéis, soy muy fan de INSTAGRAM. 

Ayer se llenó de fotos de Bimba. De gente anónima y de muchos famosos que la conocían. 

Pésames sinceros y mucho miedo. 

Pero también mucha ignorancia (que no he querido decir ignorantes, que parece que personalizar está feo). 

El cáncer mata, pero la ignorancia, también. 

Y como enferma de cáncer me indignan muchos comentarios.

Os pongo unos cuantos que son los que representan mejor lo que quiero transmitir:

  • "Lo peor es que ya tienen las curas y no las sacan" - asesora de imagen. 
  • "A las farmacéuticas no les interesa investigar en tratamientos "no rentables" porque se que ve que es más importante el dinero que la salud" - Técnico de imagen para el diagnóstico. 
  • "Vaya palo, un cáncer de mama en una tía así, de mundo, informada... que supongo yo que se haría sus revisiones anuales...no lo entiendo." - periodista. 
  • "No soy conocedora del dolor físico que te proporciona, porque en todo lo demás, la gente que te rodea comparte tu dolor psicológico" - la misma asesora de imagen.

Supongo que el miedo nos hace decir semejantes gilipolleces...

Si una enferma de cáncer temerosa lee que la cura del cáncer no existe y que está oculta en algún cajón de una farmacéutica.... ¿Crees que creerá que su quimio le va a salvar la vida? 

Seguramente la colega del comentario lo mismo le dice esto a un familiar cercano que tenga cáncer de mama (que dice que tiene alguien cercano) y, a continuación le suelta eso de, "estar positivo es parte el tratamiento"... 

Vete a freír espárragos guapi... y crece. 

La de que las farmacéuticas no investigan en cosas no rentables, mezcla las churras con las merinas y no voy a entrar en mucho. El cáncer no se va a curar, puede que algún día se consiga que la gente no se muera de cáncer... Y eso será ganar la batalla. 

Así que creo que hay negocio para rato.

El tercer comentario es realmente ofensivo. Por lo visto, esta señorita cree que está a salvo porque se abre de piernas 1 vez al año delante de su ginecólog@ y le hace una citología. Y Bimba debía ser una inconsciente y por eso se ha muerto. 

Me vais a perdonar... pero además de imbécil, hay que ser una zorra para insinuar eso. 

Estoy cansada de que sanotas nos culpabilicen de tener cáncer de mama. Hasta las tetas de goma estoy de gilipolleces de esas. 

Si tú te crees que no te va a dar cáncer de mama porque haces running, comes sanísimo y sólo bebes un gin tonic de vez en cuando, me parece muy bien, pero no des por hecho que las que sí lo hemos padecido somos unas inconscientes. 

El cáncer de mama no se manifiesta como una causa-efecto. Existen múltiples factores que determinan que se produzca. Me quieras creer o no. 

Cuídate, ve al médico, autoexplórate... eso siempre es mejor que presentarte con menos de 40 años con un bulto, pero tocarte las tetas en una exploración  y no encontrar nada no significa que no vayas a encontrar un bulto al mes siguiente... y que sea grave. Muy grave.  

Y, para terminar, el último comentario.

Vamos a ver. 

Yo por lo visto como paciente de cáncer de mama debo:

  • ser una inconsciente porque no me cuidé
  • estar abocada a una muerte segura (como todos no?) porque las farmacéuticas se guardan la cura definitva del cáncer y la quimioterapia, el tamoxifeno y la cirugía no han servido de nada. 
  • pedir disculpas a mis familiares por no haber entendido que compartían mi dolor psicológico y haber sido más comprensiva con ellos en sus malos momentos.... 
Soy lo peor. 

Mi dolor físico y psicológico es mío. Como mucho es compartido por otras mujeres que han pasado por lo mismo que yo. 

Mis padres y hermana, mi marido, mis suegros, mis cuñados, mis amigas,... ellas han sufrido cada uno a su manera. No sé si me explico. 

Yo no sé cómo han vivido mi enfermedad ellos y el dolor que han sentido. 

No lo sé. 

Que no me venga a mi una sanota a decirme que ella ha compartido mi dolor psicológico cuando no tiene ni idea. Me dan ganas de decirle "comparte el físico... ¿no?" A ver si compartimos igual. 

En fin... 

Si se va una, yo pierdo un cachito de corazón. 

Pero lo peor, es que perdemos todas porque se hacen hueco comentarios así.. y eso, eso... es perder una batalla. 

Bimba Bosé se fue, pero ganó vida en vida. 

Y los demás, no nos enteramos que estamos vivos. 

lunes, 23 de enero de 2017

Instantes



"Lo bueno si breve, dos veces bueno" - dice el refrán.

Las enfermas de cáncer de mama que he conocido y yo misma, en primera persona, hemos aprendido que la vida son instantes.


Nosotras somos un saquito de instantes desde que nos diagnosticaron cáncer de mama... Un saquito que se va llenando y llenando.

Y pesa cada día más.

Lo llenamos, como todos, de buenos momentos y de algunos malos, que nos hacen valorar mucho más los instantes memorables que nos ha regalado la vida después de creer que teníamos las horas contadas. 

Yo llevo más que un saco, una mochila a reventar... voy para 4 años!!!! 

4 años de instantes

Mis instantes se mezclan con los instantes de otras oncoamigas... Y a veces se me aprieta el corazoncito cuando pienso en ellas y conozco de sus instantes.

Parece que la vida es para valientes
Y parece que nos ha tocado serlo siempre

Hoy pienso mucho en Mari Ángeles... y la sonrisa del día que la conocí. Fue un instante, pero me llenó la cabeza con esa visión y ese sentimiento de encontrar físicamente a alguien que te entiende plenamente. 

Te ha tocado llenar tu saquito o tu mochila con un instante cruel y duro de asimilar... y de nuevo toca ser valiente. 

He leído un libro titulado "La luz que no puedes ver" y una niña ciega puede poner palabras a lo que yo no logro explicar nunca...

"No se trata de valentía, es que no tengo otra opción. 
Me despierto y vivo mi vida, ¿acaso no haces tú lo mismo? 

La luz que no puedes ver
Anthony Doerr

Desde ese maldito 16 de Mayo del 2013 he oído mil veces lo valiente que soy (o somos). Se ha convertido en una carga tener que ser valiente siempre. 

O yo al menos lo siento así. 

Es difícil asumir que van a tener lugar instantes malos después de tener cáncer de mama. 

Nos merecemos otra cosa
Pensamos eso

Pero los instantes malos se meten en la mochila como los instantes de risas y de plenitud. 

Es la vida
Pero no es cuestión de ser valiente
Es cuestión de vivir
Y aceptar que la vida es así

martes, 10 de enero de 2017

En proceso...




¿¿Cómo va ese 2017?? 

Sí, ya sé que llevamos sólo 10 días, pero es que en 10 días pueden pasar tantas cosas....

A mí me han pasado... y mi perspectiva del año ha cambiado ligeramente... a mejor. 

En sólo unos días. 

Así de voluble resulto ser. 

Sé que tengo el blog algo abandonado, pero entendedme, estoy estudiando de nuevo y me queda poco tiempo... 

Mentira. No es por poco tiempo, es por agotamiento. 

Me quedan pocas ganas e ideas que contaros. Sé que quiero seguir unida a vosotros, especialmente a vosotras, pero estoy en proceso de cambio, aunque lo percibo más bien como "en un proceso de espera para el cambio". 

Estoy como anclada. Parada. 

Esperando un cambio. 
Deseando un cambio. 
Trabajando por un cambio. 

Así que acá ando. Entre apuntes y documentos, tratando de ponerme al día en educación y adolescencia. 

Y me he dicho, si descanso un ratín, que sea para mis compañer@s de viaje. 

Os hablaba de pequeñas cosas que pasan que cambian la percepción que tienes de tu propia vida o de lo que te espera en la vida. Cuando pasé por la quimio lo acepté bien porque sabía que acabaría... que volvería a sentirme bien, que recuperaría, no sólo el pelo, sino la energía que había perdido. 

Así con todo en mi vida. 

Siempre he creído que después habría algo que minimizaría lo malo. 

Lo malo es que el cáncer de mama me ha traído a una realidad más cruel, la de pensar que por muy putas que lo haya pasado, no siempre me espera una recompensa. 

La vida no recompensa. 

Sólo es vida. Un día tras otro. 

Tú eres el que escoge el color al despertarte... o a medida que van pasando las horas. 

Eso sí, siempre hay ayuditas. 

A mí me ha pasado eso. 

El último año lo he pasado siendo demasiado realista. No sé, más bien, resignada a que no iba a pasarme nada que pudiera encender mis días. 

A veces uno necesita una ayudita extra, un plus, algo que no cueste, algo que no implique tanto esfuerzo y sacrificio, algo que venga caído del cielo... 

Algo que no dependa de tí... 

Algo que te haga sentir afortunado, aunque sólo sea un momento.

Eso da fuerzas y da energías... Te permite volver a cargar las pilas para enfrentarte a lo que venga. 

Sigo siendo realista. Y acepto lo que venga. 

Pero por unos días, he tenido lo que quería. 

No sentirme vacía. 

Y llorar de alegría. 

Mi 2017... ya por eso, ha merecido la pena. 

Y aún me quedan 355 días más.