miércoles, 29 de octubre de 2014

Quiero un escote...

Antes de que acabe el mes de Octubre, quiero escribir sobre la reconstrucción mamaria tras una mastectomía. Trataré de la reconstrucción mamaria inmediata mediante el uso de expansores, que es el proceso al que yo me sometí . 

¿Qué es un expansor? .... Esto es un expansor.


Como veis, esto es un artilugio bien simple. Una bolsa con una válvula. El mecanismo es bien sencillo… te quitan la mama, te limpian bien bien bien, nada de celulitas malignas, gracias. Después te levantan el músculo pectoral y te insertan esta bolsita. Bien colocadita según la habilidad y experiencia del cirujano, en este caso, plástico. A mí me la metieron vacía, pero sé que en otros casos la meten ya un poco rellena. Imagino que depende de la piel que te quitan. Lo que te inyectan es suelo salino fisiológico. Sin más. 

La idea es que tus nuevas tetillas se formen poco a poco, el músculo y la piel irán dando de sí a medida que vayan rellenándote la bolsa. Yo siempre pongo el ejemplo de las barrigas de las embarazadas… que poco a poco van extendiéndose para dar cabida al bebé y la piel y la musculatura va cediendo poco a poco. Pues lo mismo, pero sin tanta ilusión.

Desde que sales de la operación hasta que inician el rellenado, pasa poco tiempo, un par de semanas, no más.
 
¿Cómo es el proceso de rellenado? Aprensivos...OUT. 

Si veis la foto, los expansores tienen una válvula, que evidentemente, queda bajo tu piel. No la ves, pero la sientes dura como una piedra. La válvula tiene un imán que sirve para detectar la localización de la válvula y pinchar ahí y no en la bolsa. 


Este es el aparatejo que emplean. Viene con tu expansor. Yo tenía dos, pero uno me lo tuve que dejar en la consulta del médico. El otro lo guardo, no sé por qué, pero soy incapaz de desprenderme voluntariamente de él. Con él te localiza el médico la válvula, te pinta con un rotulador dónde está y a continuación, te pincha con un pedazo de jeringazo. La jeringa es de 50 ml. Gorda. La aguja, grande. Gorda. Tú estás tumbada, débil, medio indefensa, tapada con esas sabanitas estériles y ves a tu cirujano acercarse y clavarte unas banderillas. 2 veces por teta en mi caso. Bueno, realmente me pinchaba una, pero me metía 30 ml y luego otros 30. 

 NO DUELE NADA. Repito. NO DUELE NADA.

Sólo da grima porque tiene que hacer fuerza para inyectar, sobre todo cuando ya está muy llena la bolsa.


Yo pensé que no era tan inmediato, pero a los primeros 60 ml ya te sientes otra. Y a los 60 siguientes, todo mejora, y los siguientes 60, ya no te pones un pañuelo delante para taparte. Yo con 240 ml en cada una ya me veía bien. Error. Hazle caso al cirujano plástico. Si él te dice que no, que hay que seguir, sigue. El sabe mejor que nadie, que ya que pasas por esto, debes esforzarte un poquito más y quedar estupenda. Así que, de 240 que yo ya empezaba a estar harta de rellenarlos, llegue hasta 420 ml por tetilla. Los expansores eran de 450 ml.Yo sólo tuve dolor el día siguiente de la primera vez y luego, las siguientes veces, molestias durante el día que tocaba rellenado. 


 ¿Qué es lo peor de los expansores? 

Si volvéis a ver la foto del expansor, la válvula esta sujeta a una especie de placa de plástico. Duro. La válvula y su imán... muy duros. Esto quiere decir que tienes bajo la piel una estructura extraña y dura, que te hace estar incómoda en la mayor parte de las situaciones en las que hay jaleo, mucha gente, etc. Yo es que me moría de pensar que alguien me daba un golpe. Al principio, te notas mucho la dureza de esta parte del expansor. Luego, a medida que te rellenan, pasa a un segundo plano y no te molesta tanto. Se queda en incómodo. Las personas tenemos la maravillosa capacidad de adaptarnos a todo, así que sorprendentemente, pude vivir con los expansores, cosa que creía imposible meses antes al "presentarnos".

Una vez que acaban con el relleno, tienes que llevarlos mínimo 2 meses para que la piel esté bien dada de sí y el bolsillo que se forme lo haga bien. Si te vas a reconstruir con esta técnica, no te fijes mucho en la forma del pecho, cuando te pongan las prótesis definitivas, todo será mucho más anatómico y más bonito. Yo no tengo mala experiencia porque estaba contenta con la forma, pero he de reconocer que todo es mejor con las definitivas. 

Al final, yo estuve 3 meses con los expansores. La operación de sustitución por las prótesis definitivas es muy sencilla y no tiene nada que ver con la mastectomía. Te abren por la misma cicatriz, pero nada, unos centímetros. Yo me operé a las 10 y me fui a casa el mismo día, después de comer en la clínica. Sin dolor. Creo que también salí con ganas de comerme un bocata. ¿Qué le ponen a la anestesia?De nuevo, ese vendaje tipo corsé que te impide moverte bien ni ducharte. 

Atención: no puedes mover los brazos. Ni se te ocurra levantarlos. A ver, no pasa nada, pero si pasas por esto, cuidate, para que todo salga bien. No haya problemas de que se desplace, etc. Unas dos semanas después… te ves tumbada en una camilla con un pecho tieso superbonito. Y hasta te asustas de lo estupendo que es.

La pega… que la hay, es que está duro. No es una mama. Parece una mama. No es una mama blandita. No es ni de lejos la tuya, pero gracias a Dios, no es ni de lejos la dureza del expansor, que es una coraza bajo la piel. 

Pero chica, sonríe, te han dejado un escote precioso. Y ahí seguirá toda tu vida. Que es lo bueno del tema. Puedes decir que tienes una nueva oportunidad y encima con un escote que no tenías antes y por el que las mujeres pagan mucho dinero por tener. Jejeje...
 
Poco a poco, la prótesis no está tan dura. Y, además, poco a poco, te vas haciendo a tu nuevo cuerpo y ya no recuerdas cómo era antes. 

Por cierto, nunca he hablado de puntos. Y es que no los tendrás. Al menos, por fuera. Lo cual es fantástico. Si cicatrizas bien, al cabo del tiempo, van disminuyendo mucho y se aclaran. Sales con unos puntitos en los extremos de la incisión, pero vaya, todo muy estético. ¡¡¡Viva la cirujía estética!!!
 
Yo no me busqué el cirujano plástico. Mi cirujano de mama trabaja con él y directamente me puso en contacto. Cuando entré a conocerlo casi me da algo… ¿Cuándo había hecho la 1ª comunión? La verdad es que es el médico que más me ha sorprendido para bien. No sólo es meticuloso y detallista en el aspecto profesional, sino que puede presumir de una excelente calidad humana. Fue el primer médico que ví tras la mastectomía y aún recuerdo cómo me apretó la pierna y me miró con un cariño que me fue tremendamente familiar. Sé que ha hecho todo lo que estaba en su mano para que el cáncer me dejara unas secuelas físicas bonitas y pudiera normalizar mi vida. Gracias a él puedo ir a la playa, ponerme un bikini y que la gente como mucho, crea que me he aumentado el pecho. Gracias a él puedo sentirme yo de nuevo. Mi madre siempre dice que para saber si un médico es bueno o no, hay que ver si es buena persona primero. Si lo es, será un excelente médico. Como esta enfermedad es larga, te da para conocer a tus médicos y sí, mi plástico es un excelente médico. Os lo recomiendo… si ha creado unas mamas de la nada, imaginad lo que hace con unas mamas sanotas. Dr. Díaz Trujillo, por si os animáis. 

Como veis, no hay nada de inmediato en este tipo de reconstrucción. Sin embargo, conozco casos en los que con esta misma técnica se sale con las mamas puestas. Imagino que todo depende de la cantidad de piel que te quitan y del criterio del médico. En cualquier caso, aunque parezca eterno… del 24 de Octubre del 2013 al 18 de Marzo de 2014, no es tanto tiempo si tienes el resto de la vida para vivirla. Y encima, con canalillo. 

 ¡¡ Tú también tendrás esta oportunidad !!



lunes, 27 de octubre de 2014

Querida Almudena

Querida Almudena: 

No te conozco y no me conoces... pero hoy somos como la misma persona.

Hoy me emociono al pensar en tí, porque hace poquito yo era tú. 

Sé exactamente cómo te sientes... y el miedo que te invade, que no te deja sonreír ni ser tú misma.

Tú no lo sabes, pero yo hoy estaré todo el día agarrando tu mano.

No lo olvides nunca, ten miedo, eso te hará valiente.

Todo lo que deseas en tu vida, te seguirá esperando. No tengas prisa. 

Ponte buena...



viernes, 17 de octubre de 2014

Cirugía en el cáncer de mama: mastectomía

De nuevo, me acerco al blog.


Dentro de muy poquito hará 1 año que me operaron de cáncer de mama. Qué distinto es todo...A veces me parece que ha pasado un siglo y otras, cuando se me hace un nudo en la garganta, parece que fue ayer mismo.

Advierto, la entrada de hoy puede que resulte algo dura… puede que los sanotes sintáis algo de miedo, sobre todo las chicas, pero es que mi realidad y la de muchas mujeres es así. Dura.

Voy a intentar explicar la cirugía a la que me sometieron para salvarme la vida. Los que me seguís sabéis que, antes de operarme, pasé por el tratamiento de quimio, con un excelente resultado. Me hicieron una resonancia al acabar las 6 sesiones de quimio y los tumores a nivel macroscópico habían desaparecido. Lloré emocionada al saber que tanto quimiosufrimiento había merecido la pena y me sentí un poco más sana y sobre todo, mucho más convencida de que la batalla la iba a ganar.

LA QUIMIOTERAPIA FUNCIONA

Precisamente, el mismo día que tuve en mis manos el resultado de la resonancia, me comunicaron que a pesar del éxito del tratamiento, había que operar. Mastectomía bilateral. Tracatá. La alegría de saber que el cáncer estaba perdiendo la batalla conmigo gracias al envenenamiento cíclico, se juntó con una amarga sensación, la de que el precio por ganar la batalla me iba a salir carillo.

La primera vez que oí al cirujano decir mastectomía bilateral meses antes, le odié a muerte. 4 meses después, al oírlo de nuevo, sentí que pronto todo acabaría y había esperanza, pero el miedo es más grande que cualquier buena intención. Me explicó cómo sería la intervención y que 25 años después podría estar charlando con él. Visto así, no es mala idea una mastectomía bilateral, ¿no?

Hoy intento contaros cómo fue mi operación, que es una de las más empleadas, por sus buenos resultados estéticos y por su buena recuperación. No pretendo hacer un máster sobre cáncer de mama, sólo contar mi experiencia, por si puede ayudar.  Sé que hay distintos tipos de reconstrucción e incluso distintos tipos de mastectomía, pero no sé en primera persona cómo son. Escribo porque a mí me ayudó mucho saber en qué iba a consistir y también ver fotos, que me enseñó el propio Dr. Villanueva.  Si yo quedaba como las de las fotos, no había nada malo por lo que preocuparse. Pensé, gracias a los médicos y a los cirujanos por seguir avanzando en la lucha contra el cáncer, pero sobre todo, en la lucha por vencer las secuelas.  

Por cierto, no mirar internet. Error.

Voy a ir paso a paso. En mi caso, me realizaron una mastectomia radical modificada (tipo Madden) en la mama izquierda con vaciamiento axilar y una mastectomia total subfascial sin vaciamiento axilar en la mama derecha, con colocación de expansores en ambas mamas. Hay diferencias técnicas entre la técnica empleada en la izquierda y en la derecha, pero el resultado es el mismo… me quitaron ambas mamas e iniciaron en la misma intervención el proceso de reconstrucción mamaria.

¿Cómo lo hacen?

1º. Una vez en el quirófano, ya dormida, te analizan el tejido mamario y también la presencia de metástasis axilar. En el lado izquierdo estaba previsto hacerme vaciamiento ganglionar, pero en el derecho me hicieron la prueba del ganglio centinela (otra prueba diagnóstica más que añadir al listado de la semana anterior). Esta prueba revela el primer ganglio que riega la mama, por decirlo de alguna manera. Si este está sano, lo estarán el resto, así que no sería necesario quitar nada.

2º. Quitar toda la glándula, que se extiende por muchos sitios y también la piel que recubre, pezones incluidos. Algo de músculo pectoral también. Me hicieron una cicatriz que va desde una axila a otra (salvando el canalillo por un dedillo) y me quitaron toda la masa de ganglios del lado izquierdo. Bien, como mi ganglio centinela derecho salió negativo, conservo el resto de ganglios de mi axila derecha. Todo lo que sea conservar, gusta en una situación como la mía. Lo del tema cicatrices no sé muy bien cómo va. La mía es supergrande porque yo tenía tumores en ambas mamas y había que ser bastante radical para hacer las cosas bien hechas. Sin embargo, sé que hay gente a la que operan igual que a mí, pero la incisión parece menor. Así que, más adelante investigaré sobre esto.


3º. Inician el proceso de reconstrucción. Por eso lo llaman inmediata, porque empieza el mismo día, pero en mi caso no salí con las tetas puestas, sólo con 2 expansores vacíos. Te los ponen bajo el músculo pectoral (que hay que levantar) y estos expansores del diablo los va rellenando el cirujano plástico semanas más tarde poco a poco, para que la piel vaya dando de sí. En la próxima entrada os explico el proceso de reconstrucción con expansores.

4º. Despiertas. Con ganas de bocata de jamón.

La operación es larguilla. Toda la mañana. Lo bueno es que tú te metes en quirófano acojonada y sales diciendo, hala, ya está, se acabó. Ya no hay cáncer. Y sonríes entre lágrimas, tranxillium y analgésicos. Vas a dormir mucho. El dolor se supone que es muy grande, pero te ponen mucho Nolotil, así que no sientes casi dolor.  Sales sondada, con drenajes y con un vendaje que te cubre todo el tórax a modo de corsé. Sigues sintiendo tu pecho.

¿Qué es lo peor? ¿No saber qué hay debajo de las vendas? Puede.

Para mí lo peor fue entrar como una persona válida y salir del quirófano totalmente dependiente. Algo que nadie te dice es que los brazos se te quedan sin tono, en estado catatónico. No podía despegar mis brazos del cuerpo. En el hospital te vas dando cuenta y lo llevas mal, pero como te ayudan en todo, pues pasa desapercibido. Lo malo es cuando llegas a casa y no puedes levantarte de la cama porque eres un tronco. No puedes ni levantar las sábanas. Para incorporarte de la cama o sofá requieres de 5 minutos de concienciación. Tú mandas la orden y tu cuerpo responde… al rato. Es un trabajo muy duro. Tremendamente duro, agotador. Para ti y para tu cuidador o cuidadora. Te aviso, entre los drenajes y los brazos (y el dolor, que duele, sobre todo la espalda), hacer pis te lo piensas… mucho. Yo no podía ni subirme las braguinas.

Pero no te asustes, el instinto de independencia te hará ponerte las pilas. Irás moviendo los brazos. Además, te conviene. Harás los ejercicios que te mandan y poco a poco, no, rápido, vas a ver que un poco de movimiento te hace mejorar mucho. Receta: paciencia.

Estoy hablando de drenajes. Eso es bastante coñazo. Yo salí con 3. Son unos tubitos que desembocan en unas bolsitas que se van llenando de sangre y líquidos. Cuando sales del hospital, te los dejan, así que vas todo el rato pendiente de no engancharte y de disimularlos. Bueno, como sólo sales de casa para ir a las curas, tampoco es nada grave. Además, ¿qué te ven? Que la gente se entere de qué va esto.

Para mí, las dos semanas primeras fueron muy malas. Muy deprimida y no salía de casa para nada. Sólo para las curas y poco más. Era totalmente dependiente. Me dolía. Y no era capaz de verme desnuda. Mi primera ducha fue traumática. Pero un día, te levantas y te sientes un poquito mejor. Y otro día, le haces caso a tu marido y sales a dar un paseo por la calle… sí, con tu pañuelo, ya sin cejas, medio agachada porque no puedes estirarte aún, y muy muy cansada… pero al final, vuelves a casa con el pan.

Ya he contado en alguna ocasión que gracias al empujoncito de mi amiga Ana Belén en una de las curas, me miré las cicatrices y ya no tuve miedo. Y eso lo cambió todo. No es que fuera sencillo, no es que no hubiera lágrimas, pero todo empezó a mejorar… y empecé a sentir que iba a mejorar… que ya no había nada más, que ya era cuestión de esperar a que creciera mi pelo, mis cejas, que mi estómago mejorara, que mi pecho volviera a lucir bonito, era cuestión de tiempo y, si has pasado por la quimio, ya sabes que has hecho un máster en paciencia.

Me viene una frase a la cabeza que dice que “todo parece imposible hasta que se hace”… pues es así. Si eres sanote, creerás que tú no eres capaz de soportar cada una de las torturas físicas que he sufrido, pero yo pude porque no tenía más opciones. Crees que eres débil, pero sacarás fuerzas de donde no sabes que las tienes.

 


Parece fácil, pero no lo es. No es fácil ni escribir sobre esto.

En mi caso, hablar de mastectomía sin hablar de reconstrucción es complicado, pero me gustaría separarlas. La reconstrucción se merece su tiempo y su espacio. Lo que si adelanto es que hay mujeres que deciden no iniciar la reconstrucción a la vez que se someten a la mastectomía. Hay otras que por determinadas causas, como por ejemplo, tener que someterse a radioterapia, se les impide reconstruirse de forma inmediata. Yo lo que creo es que no pasa nada si acá acaba tu historia con el cáncer. Has luchado y has ganado. Otras iniciamos la reconstrucción inmediata porque el médico cree que es lo mejor y que puedes con ello. Si él te lo recomienda, yo le haría caso. Luego, cuando te recuperas emocional y físicamente veo más difícil que quieras volver a pasar por operaciones y más médicos. Por ejemplo, tengo pendiente la reconstrucción del CAP y no veo el día de poder hacerlo porque aunque os parezca mentira, no me resulta importante.
Prefiero poder ir al bautizo de Gonzalo, a la boda de Elvira... y disfrutar de un Londres navideño con mi Anto, mi hermana y Suso.

De cualquier manera, decidas lo que decidas... no importa nada. Sólo importa que has superado la prueba más dura de tu vida, la de luchar contra el cáncer.

Me dejo mil historias pendientes… Recuerdo buenos y malos momentos. Recuerdo los pinchazos de heparina. Recuerdo descubrir para qué sirve el Valium y decir, gracias. Recuerdo ese olor que detesto a Trombocid y gastar un bote para ese pedazo de hematoma tetil. Recuerdo mi primera ducha sin ayuda. Recuerdo descubrir el bienestar del agua sobre mi cabeza ya no tan pelona después de semanas sin poder ducharme y descubrir que me sentía bien, sin tetas.
No hace falta contarlo todo, Ana. La gran mayoría de los que me leéis, afortunadamente, no vais a saber qué es esto de lo que hablo. Y la que desgraciadamente, vaya a pasar por esto, tendrá que ir descubriendo que ante todas las cosas que trae consigo un cáncer de mama, ella puede hacerle frente. 


Para acabar por hoy os recuerdo que este fin de semana, el día 19, domingo, se celebra el día mundial contra el cáncer de mama. Yo prefiero llamarlo el día mundial por la lucha contra el cáncer de mama. 
De cualquier forma, yo celebraré el día. Os invito a hacer algo especial ese día y os invito a colaborar con la causa. Hay mil asociaciones y hay mil iniciativas. Decidid vosotros la que más os guste, pero colaborad.

Las mujeres os lo agradecemos.

Un besín enorme.


martes, 7 de octubre de 2014

Pruebas diagnósticas

Cada mujer es distinta y cada cáncer de mama, en parte, también. Hoy quiero dedicar esta entrada del blog a hablar de las pruebas diagnósticas que suelen realizarse en el caso de encontrar algo sospechoso en una exploración de mama.

 
 Os cuento mi oncoexperiencia:

MAMOGRAFÍA y ECOGRAFÍA DE MAMA: a las que somos menores de 40 años no se nos hacen mamografías al menos que acudamos al ginecólogo con algún problema en la mama. A veces, ni eso. En mi caso, siempre os cuento las cosas desde mi experiencia, de la exploración ginecológica, tuve que pasar por la desagradable y, en mi caso, tremendamente dolorosa mamografía. No, no tiene por qué doler, pero mi tumor era bastante grande y al presionar para hacer la mamografía, el dolor se hizo muy agudo y no me abandonó en días. No es lo habitual. Distinto fue hacerme la ecografía, sencilla y sin dolor físico, aunque de ella salí sabiendo que era grave: me dieron cita urgente para una biopsia. Las imágenes que da la mamografía en mujeres jóvenes suelen ser engañosas. Por lo visto el hecho de tener mucho tejido glandular no permite captar buenas imágenes. De hecho, en mi caso, no se veía tumor y éste medía 7 cm. No creo que sea una buena prueba para chicas jóvenes. Sin embargo, la eco permite ver el tumor. he aprendido a interpretar los informes de las ecos, mejor hiperecogénico y lo más regular posible. Sobre todo sé que es importante fijarse en los bordes del tumor. De todas formas, no quiero poner tecnicismos ni lo que aparece en el informe de mi biopsia, porque puede que os hayáis hecho alguna, que no sea nada y leáis algo parecido y entréis en paranoia. Así que… ahí lo dejo.

BIOPSIA: es la prueba definitiva. En las imágenes, parece o no parece, pero la biopsia te dice sí-sí y además, el nombre y apellidos de tu tumor, incluso hasta una cierta valoración sobre el pronóstico. La técnica que emplearon conmigo fue la biopsia por punción con aguja fina o gruesa (PAF y/o BAG). Pongo las dos porque desgraciadamente he pasado por las dos.  
  • Teta izquierda, tumor palpable: BAG. Me anestesiaron de forma local, pero no sé si eran los nervios, el tamaño del tumor o yo que sé, pero jamás he olvidado el dolor que sufrí. Quién me conoce sabe que soy quejica excepto cuando duele de verdad. Pues lloré de dolor allí, delante de la doctora y su ayudante. Jamás he olvidado esa sensación. Fue como atravesarme con un cuchillo… aunque no sé qué se siente si te atraviesan con un cuchillo. 
  • Posteriormente, tras otra prueba diagnóstica (Resonancia magnética), me vieron un pequeño tumorcito (< de 1 cm) en la teta derecha. Conclusión: BIOPSIA. En este caso, con aguja fina y una experiencia totalmente distinta. Sin dolor. Me pusieron por lo visto una especie de chapita o pieza que ayuda a localizar el tumor, bueno, la zona en la que está el tumor, en el supuesto de que el tumor desaparezca con la quimio y vayan a realizarte cirugía conservadora. Eso ni duele, ni lo sientes.
Acabas con moratones en las tetillas, pero los masajitos con Trombocid ayudan mucho. No tengas miedo, en el supuesto estadísticamente insignificante, que te duela esta prueba, pasa. El dolor pasa. Sólo tienes que ser valiente y dejarte cuidar.

También me hicieron posteriormente otra biopsia de los ganglios de la axila izquierda. El procedimiento es igual. Punción guiada por ecografía y hala, para casa.

RESONANCIA: ya la he mencionado. Es la prueba, para mí, definitiva. Te meten tumbada boca abajo con las tetas metidas en un armazón, dentro de un túnel-imán gigante. Cuando te meten, te tapan los oídos con unos cascos porque el ruido del imán es grande. ¿Sensación? Hace fresco, sientes una corriente de aire por los pies. No te puedes mover nada durante el rato que dura la prueba, que son unos 40-50 minutos. Estás agarrotada. Además te pinchan un contraste (gandolinio). No es dolorosa. Nada. Incluso puede que te dé por dormirte. Es larga. Si te da algo de claustrofobia, no te apures, al ser boca abajo, no agobia nada.
Es la prueba salvavidas. Gracias a esta prueba me vieron un segundo tumor, chiquitino. No sé, fue muy duro ir, hacerme la prueba y saber que tenía no un tumor, sino 2, pero a fecha de hoy, me alegro de que la doctora fuera tan exhaustiva. Lloré mucho. Demasiado. De ahí pasé a la segunda biopsia que ya os he comentado.

Después… ESPERAR. Que es la prueba más dura de todas, sin duda. 

Soy una persona que ha pensado agarrándose un tumor de 7 cm en su teta que le iban a dar 1 mes de vida. No exagero. Había noches que me asfixiaba y despertaba pensando eso. Siempre hay historias tristes en las que lees “chica joven recién casada que fallece 2 meses después de volver de la luna de miel”. Esto, de lo que me río ahora, es traumático. Y tan rápido como viene ese pensamiento, también se va y lo rellenas con otro más llevadero. Puede que sea de un golpe. Puede que sea un carcinoma in situ. Puede que no sea nada. Puede que, puede que… Y de nuevo, me voy a morir.

Otra prueba dura:  EL DIAGNÓSTICO. El 16 de Mayo me dijeron que tenía dos carcinomas infiltrantes. Uno de ellos localmente avanzado. Obvio contaros cómo fue. Aún no puedo. Mi anatomía patológica decía que era de tipo ductal y hormonodependiente (positivo a estrógenos y progesterona). Buen pronóstico, aparentemente. Eso dijo el cirujano.

El 28 de Mayo conocí al Dr. Virizuela, mi oncólogo. Con el supe que el cáncer se puede curar. Sólo hay que empezar a ponerle remedio lo antes posible, pero sin prisas. No te agobies.

El 6 de Junio dejé que me envenenaran, 1/6.

Como veis, rápido. Que es el mejor tratamiento. Pero, no, no acaban ahí las pruebas diagnósticas. El oncólogo quiere saber si tienes metástasis. Así que aún te quedan más pruebas:

GAMMAGRAFÍA ÓSEA: esta prueba es para ver si tienes metástasis óseas. Es muy sencilla. Te pinchan un contraste radioactivo, esperas un buen rato y después te pasan a una camilla para hacerte fotos de arriba abajo. Insisto, no duele, aunque lo mismo desarrollas “mieditis” y empiezan a dolerte todas las partes de tu cuerpo. Tranquila. Todo irá bien. Si tienes niños cerca, olvidate de achucharlos ese día. Eres radiactiva un buen día.

TAC: esta prueba es para ver metástasis en el resto de órganos. Vamos, te ven las anormalidades que haya y si hay algo sospechoso. Te hacen beber "una pechá" de un contraste previamente y también te pinchan durante la prueba. Te tumban en una camilla y te meten en un donut gigante. Respira. Aguanta respiración. Respira. Otra vez. Ya hemos acabado. Y después te comes un montaito de pollo, como hice yo.

Pues ya está… con todo esto tú vas al oncólogo y te manda tu tratamiento. Yo tenía dos carcinomas ductales infiltrantes, hormonodependientes, HER2 negativo, uno en cada mama, dos ganglios afectados y 0 metástasis.

Vuelvo a insistir. Tu tratamiento dependerá de mil cosas. Edad. Tipo de carcinoma. Estadío. Oncólogo. Peso. Tamaño del tumor. Tamaño de mama. La conjunción de la Tierra con la Luna.

Estas son las pruebas diagnósticas que me realizaron a mí en un período de 1 mes. En un mes le puse nombre y remedio. 16 meses después sobrevivo. Tú también puedes. No tengas miedo. Haz todo lo que te digan y confía en tus médicos. Pregunta. Llora. Patalea. Pasea. Tomate tilas o algo más fuerte para aguantar las esperas de los resultados.

Haz lo que puedas, pero siempre, LUCHA.





jueves, 2 de octubre de 2014

Te toca tocarte...

Ya estamos en Octubre, el mes rosa por excelencia, así que hoy  si te quedas conmigo, te toca tocarte...


Antes de ser diagnosticada de cáncer de mama, siempre oía eso de la prevención es fundamental. Ahora que ha pasado más de un año de aquella devastadora noticia, pienso...¿prevenir...cómo?

Tenía que haber comido mejor, dormido más, hacer mucho más deporte, haber tenido hijos, haberles dado el pecho (esto últimamente parece que es la solución a todos los males del mundo), tenía que haber evitado estar al lado de fumadores, no haber bebido alcohol, no usar en el laboratorio Bromuro de Etidio, no hacer topless,... Más de un año después creo que ni encomendada a los ángeles me habría librado. No hay que obsesionares sobre todo porque os recuerdo que las estadísticas dicen que 1 de cada 8 mujeres tendrán cáncer de mama en algún momento de sus vidas... Lo mejor que puedes hacer es vivir una vida saludable, sin ser muy duro contigo mismo y dejar tiempo en tu vida para "cualquier tipo de riesgo"... 

En mi caso cuando sospecharon de que podía tener cáncer de mama, yo me dije, si es 1 de cada 8 y yo no conozco ninguna y encima tengo un bultaco en el pecho...no me libro. Y bingo... no uno, tenía dos tumores. Dos tetas, dos tumores. Esto es alentador para vosotras... de 8 ya me tocó a mí!!! :)

Pues bien, antes de ser diagnosticada además de oír lo de la prevención, siempre te agobiaban con el tema de la autoexploración... La autoexploración es FUNDAMENTAL... PARA DIAGNOSTICAR PRECOZMENTE UN CÁNCER DE MAMA. No te libra de él, pero sí que es fundamental pillarlo a tiempo, cuando la afectación es local o está lo menos extendido. Repito, FUNDAMENTAL. Por eso hoy, en mi primera entrada del este Octubre Rosa, quiero hablaros de la autoexploración.

La verdad es que las mujeres no sabemos nada sobre el cáncer de mama o cualquier cáncer "femenino". Hay muchos tipos de cáncer de mama y no todos tienen buen pronóstico, aunque estén pillados a tiempo. No sabemos tampoco realmente que signos son extraños y cuales no... Yo tardé en ir al ginecólogo unos meses porque 1º jamás pensé que era grave y 2º porque al principio el bulto parecía desaparecer tras cada regla...pero cuando ya se quedó ahí y encima no dolía... chungo!!! Cuando me hacían la exploración las doctoras que me veían, todas se fijaron en mi pezón izquierdo, una pequeña parte estaba algo hundida. ¿Cómo es que yo no me había dado cuenta de ese cambio? Y es más, nadie me había dicho nunca que un signo de cáncer es cualquier cambio en la forma de la mama y del pezón. 

El cáncer, cualquier tipo de cáncer, no da señales en sus etapas iniciales... Qué putada no? Por eso se lleva a tantas personas por delante... porque te pilla a traición. El cáncer de mama pues también tarda en dar la cara, pero afortunadamente, puedes estar atenta a algunos síntomas que te permitirán ir pronto al médico y empezar a tiempo la lucha!!!!

Os recomiendo siempre que cuando vayáis al ginecólogo, insistid en que os enseñe como haceros bien bien una autoexploración.  Es sencillo, pero requiere su práctica.

Para empezar os dejo escrito algunos de los síntomas de alarma más frecuentes:  

  • Aparición de un nódulo en la mama que previamente no existía.
  • Dolor en la mama a la palpación.
  • Cambio de tamaño de alguna de las mamas.
  • Irregularidades en el contorno.
  • Menor movilidad de una de las mamas al levantar los brazos.
  • Alteración en la piel de la mama como: úlceras, cambios de color y aparición de lo que se denomina piel de naranja (por su aspecto similar a la piel de dicha fruta).
  • Cambios en el pezón, como puede ser la retracción del mismo (hundimiento).
  • Aparición de un nódulo en la axila.

Hay una foto que circula por internet, muy gráfica sobre 12 síntomas, los más frecuentes: 


Es muy simpática y es realemente visual... es que es eso lo que puede pasarte. A veces te dicen, "hundimiento del pezón o piel de naranja en a mama"... y no sabes qué debes ver, pues esta imagen vale para que sepas que si te ves reflejada en alguno de estos limones, debes ir al médico, urgentemente.

Sigo insistiendo en la importancia de la autoexploración: los exámenes para detectar el cáncer de mama en sus primeras etapas permitee encontrar el tumor  antes de que empiece a causar síntomas...

¿Cómo autoexplorarse? Pues chica, tocándote y mirándote mucho. Os dejo acá cómo debéis hacerlo, en una figura que me gusta mucho porque te lo reduce a 5 pasos y muy sencillitos. No tengáis miedo a descubrir que algo no va bien...no siempre es cáncer y aunque lo sea, ya estás poniéndole remedio siendo tan valiente como para autoexplorarte.


La autoexploración y el reconocimiento de los primeros síntomas del cáncer de mama te salvarán a vida... Así que, empieza a ganar la batalla al cáncer desde ya!!!!


Os recuerdo que este domingo día 5 se corre en Sevilla la Carrera de la Mujer... Allí estaremos en una marea rosa de ilusión y esperanza!!! Os animo a venir y a compartir ese día tan especial para mí con vuestras familias y amigas... Allí estaremos celebrando que ha pasado un año más y acá seguimos... #sumatealrosa