jueves, 7 de marzo de 2019

En la lucha... hermanas



Mañana es 8 de marzo. 

Si el 19 de octubre se celebra el día que nos une  a todas las oncoamigas, mañana es el día que nos une a todas, con todas y ojalá, con todos. 

No sé si ha sido el cáncer de mama o la madurez de los 40, pero yo he descubierto que eso que nos contaban que las mujeres no somos buenas entre nosotras, que no somos buenas amigas, que somos más ladinas... es una mentira gorda gorda. 

Yo he descubierto a mujeres maravillosas, tiernas, fuertes, valientes, difíciles, quejicas, frías, maternales, ... que nunca dudaron en echarme una mano. Porque sintieron empatía, sintieron que algo tremendamente fuerte nos unía.

También las hay que no valen ni una simple molestia. Oye.

Pero esas no son saben lo que vale una hermana... y no sólo me refiero a aquella con la que compartes genes. 

Yo tengo mucha suerte. Tengo una hermana. Magistrada. Sin padrino, ni enchufes. Sólo trabajo, disciplina y motivación. Una magistrada que tiene una profesión dominada en número por las mujeres, pero sin que esa mayoría no se refleje posteriormente en puestos superiores, de los que toman decisiones importantes que nos afectan a todos.

Da igual el trabajo y la profesionalidad, si eres mujer, siempre lo tienes más difícil. 

La costumbre me haría decir que nosotras mismas nos lo ponemos difícil, pero no es eso. 

Es el machismo el que lo pone difícil a las mujeres. 

Hombres y mujeres son machistas, pero yo quiero que haya hombres y mujeres feministas. Que el centro del mundo no siga siendo el hombre y sus necesidades, quiero un centro del mundo en el que la EQUIDAD nos haga tener sentido común y corazones gordotes y justos. 



Cuando te amputan las 2 mamas... tu concepto de lo que es una mujer se "radicaliza". Una mujer, tú misma, ya no eres tu cuerpo, sino lo que has demostrado para llegar a aceptarlo. 

Una mujer con cáncer de mama sabe mucho de feminismo y el machismo que nos ha educado y marcado las creencias sobre lo que es una mujer y lo que se espera de ella.

Sabe que cuando te enteraste de que le iban a amputar las mamas, creíste que era lo peor que le podía pasar. 

Sabe que crees que tú no podrías. 

Sabe que se ha reconstruido y no por eso es más feliz ni más mujer que si no hubiera tomado esa decisión. 

Sabe que puede que su vida de "mujer" en este mundo machista con 2 tetas reconstruidas es más "entendible" que si andara sin ellas. 

Sabe.

Vuelvo a lo de mi hermana y el resto de hermanas que se me han unido. 

Creo que con el día a día, las enfermas de cáncer hemos hecho un gran trabajo en pro del feminismo. ¿Cómo se dice? ¿Empoderar?

Te hemos demostrado que es posible valerte por ti misma, sin lo más femenino que nos suele representar. 

Te hemos demostrado que ante la adversidad, puedes ser firme y tomar las decisiones que más te interesen. 

Te hemos demostrado que puedes estar triste y hundida, pero que eso no te define, que puedes resurgir y no, por darte una tregua, eres débil. 

Mis hermanas hoy estamos más unidas porque sabemos que la unión hace la fuerza. El cáncer nos los ha enseñado. Sanotas y cancerosas.

¿Me lees? 

Que no tengas cáncer de mama, no significa que no exista esta enfermedad y que mate. 

Lo mismo es que si no te golpea un hombre, no significa que no exista la violencia machista.

Que te paguen lo mismo que a tu compañero, no significa que en este país no haya una brecha salarial del 30% entre hombres y mujeres.

Que tengas clitoris y no te lo corten en tu infancia, no significa que en el nombre del machismo y el sometimiento femenino no se mutile a niñas indefensas en manos de sus propias madres, que previamente sufrieron el mismo ataque y creen que hacen lo mejor para sus hijas. 

Que no lo veas, no significa que no exista. 

Que no lo quieras ver, sí significa que para ti no existe. 

Si crees que la vida no es más difícil para las mujeres, no me leas. No crees en mi. Y no quiero convencerte de nada. 

Podría eternizarme en esta primera entrada de 2019... después de meses sin escribir nada, pero las que sois mis hermanas (no me importa tu sexo biológico) sabéis ya cual es mi punto de vista. 

Oncoamigas... oncohermanas. 

En la lucha. 


martes, 23 de octubre de 2018

5





Hace 5 años a estas horas estaba muy triste. Tenía mucho miedo y lloraba abrazada a mi Anto porque no quería cambiar.

¿Por qué?

Al día siguiente me amputaban las mamas, me cortaban casi 50 cm de piel, me quitaban mis pezones, me vaciaban la axila izquierda, me levantaban los pectorales y me ponían 2 expansores.

Así de resumido. Soy buena resumiendo. 

Yo no quería cambiar. 

Pero no me preocupaba perder el pecho, ni el dolor, ni el quirófano (nunca había entrado en uno)... Realmente me preocupaba que cambiara mi carácter, mi forma de ser. Que verme mutilada afectara a mi optimismo, a mi alegría, a mi relación con mis seres queridos... 

Hace 5 años a estas horas me preocupaba que mi relación con Anto cambiara... y perder lo bonito que tenemos. 

Hace 5 años a estas horas no era capaz de imaginar que 5 años después podría haber salido de casa a las 7.30 y no llegar a casa hasta las 21.30 porque había estado trabajando y que mi trabajo me gustara tanto. Y con 2 tetas menos.

Hace 5 años a estas horas no era capaz de imaginar que durante 5 años he estado en Portugal, en Inglaterra, en Irlanda, en Francia... en mi país favorito del mundo mundial, Dinamarca. Y con 2 tetas menos. 

Hace 5 años a estas horas no era capaz de imaginar que sentiría la gran alegría de ser tita... de mis soles. Los que me regalan siempre momentos de plena alegría. Y que todos mis pesares y dolores se me olvidarían a su lado. Porque verlos crecer es mi regalo de vida. Y sin tetas. 

Si mis ojos les ven crecer, yo estaré con ellos. Y quiero que un día cuando sean adultos y entiendan del dolor y la pena, sepan que su tía fue valiente. Y ganó. 

Hace 5 años...

Mañana hace 5 años que entré en un quirófano para salvarme la vida, pero perder mis tetas. 

Mi vida cambió, pero 5 años después, a pesar del dolor de brazo y de piernas, los sofocos, los sangrados, ... puedo decir que vivo feliz. 

Me gusta mi trabajo porque puedo aprender y avanzar todo lo que yo esté dispuesta a aprender y avanzar. 

Cuando tienes cáncer sólo quieres avanzar... 

Me gusta mi hogar. El que comparto con el amor de mi vida. Porque 5 años después no ha cambiado nada... o sí, pero a mejor. 

Qué tonta fui teniendo tanto miedo.

Acepto los retos, ya el miedo no me asusta. El miedo da alas. 

Hace 5 años creía que 5 años después ya estaría curada. Y como si nada. 

5 años después no estoy curada. No tengo el alta aún. Y aunque me lo den en unos meses, no siento que me haya curado. Esa es la única pena del día, que la nube negra sobre el cielo que es el cáncer de mama no acaba de irse... porque el cáncer pelea duro y ¿qué haces si vuelve? 

Pero eso es otra historia. 

Yo mañana quiero celebrar el 5. 

Número mágico para una paciente de cáncer. 

Es un objetivo. Tu meta. 

Si llegas, mira, lo has logrado. 

Lo mismo te mueres de vieja. 

Para despedirme de vosotros hoy os quiero pedir un favor... Si queréis celebrar conmigo mi cumplevida, mandadme fotos de todos los 5 que os encontréis por el camino mañana. Por el email o en facebook. Si me conocéis, por guasap. 

Quiero llenar de 5 mi día de mañana. 

Aunque sean 2 los que me los mandéis. Yo quiero tener mis 5. Porque habréis pensado en mi. Y en muchas mujeres que desean llegar a ese 5 como objetivo de vida. 

Me encantaría que esos 5 fueran vuestros. Porque me habéis acompañado estos 5 años. 

Años difíciles. 

Gracias por acompañarme. Gracias por leerme. Gracias por seguir ahí. 

Qué vuestras tostadas siempre caigan boca arriba!!!!!

Se os quiere.  


viernes, 19 de octubre de 2018

Diecinueve rosa



Hoy es un día de lucha. Como todos, ¿no?

Al menos es así para todas las enfermas de cáncer de mama. 

Hoy ha sido un día complicado. Como todos los diecinueve de octubre. Pero este más. 

He acudido hoy a mi cita en el Centro de Valoración para que me evalúen la discapacidad debida a las secuelas del cáncer de mama que padezco. 

Resumen: 

1 hora y media de retraso hasta ser atendida por una doctora durante 5 minutos. 

Ni psicólogo. Ni asistente social. 

Sólo "atención" médica. 

Para lo que me han hecho hoy, ya podrían haberlo hecho por Skype. 

Imagino que la situación vivida es común para todas las personas que acuden a un centro de valoración, independientemente de la patología, pero yo no dejo de pensar todo el día que, de nuevo, se nos da una bofetada a las mujeres afectadas de cáncer de mama. 

Hoy se me ha trasmitido el mensaje de que mi enfermedad y las secuelas que me han quedado son tan importantes como 5 minutos. 

Que quien no llora no mama. 

Que bastante suerte ya tenemos con estar vivas. Si el cáncer te afectó a aspectos sociales de tu vida, como es el trabajo, no le importa a nadie. 

Que si estás afectada psicológicamente es "rollo" o "estás exagerando" o... no le importa a la sociedad. 

Hoy he esperado 1 hora y media para confirmarme lo que ya sabía. Que la sociedad no quiere saber nada de las secuelas del cáncer de mama. 

No sé que grado de discapacidad me concederán, pero intuyo el resultado: 2 tetas menos + 1 linfedema leve + si una neuropatía que se la firma una rehabilitadora privada + 40 años.... eso da.... ummm...  < 33%

Aceptaré el %, aunque me defenderé. 

Esa es nuestra lucha. 

La mía. 

La de todas nosotras. 

Decirle al mundo que nada es igual después del cáncer de mama. 

Sigues adelante, pero nada es como antes. 

Hace 5 años creía que acabaría por desaparecer el dolor, los calambres, la tirantez, las contracturas,... pero no han desaparecido. Ya he aceptado que estarán ahí siempre. 

Y en mi mano está que a veces mejore mi estado físico y emocional. 

Pero hoy dicienueve rosa, es mi renovación de los votos de lucha. 

El cáncer de mama amputa. 

El cáncer de mama duele, antes y/o después. 

El cáncer apesta. 

El cáncer es rosa. A veces. Las veces que tú decidas que sea rosa.

Y sí, píntalo rosa. Te animo a que lo hagas. 

No te dejes vencer por la corriente antirrosa. Si quieres ser rosa, sé rosa. 

Pero si quieres llorar, llora. Yo hoy he llorado. Y me siento rosa. Pero he llorado. Porque el mundo no entiende que mi rosa es mi fuerza, no el lazo. El mundo no entiende que estás hecha de pedacitos porque el día que te dijeron que tenías cáncer de mama te rompiste en mil pedazos y llevas siempre pegamento a la mano. Porque a veces, se te caen. 

Que si estás entera es por que tienes un corazón gordote. Y porque te quieren. Y porque tú quieres tanto que vas a explotar de querer. 

Hoy es un diecinueve rosa. 

No voy a hablaros de Ana Rosa Quintana y su cáncer de mama porque ella tiene su programa y seguramente no tiene ganas de que nadie hable de ella. Que ella es de no molestar y ni pillarse bajas. 

Si ella no se pidió la baja, no la voy a aplaudir. No lo necesitaría. Hoy, por lo visto, sí ha necesitado recurrir al rosa. 

No hablaré de ella, pero no quiero pasar por aquí sin decirte que no te sientas mal por estar de baja. Por no poder con tu cuerpo. Por ver lágrimas en los ojos de los que te quieren...

NO TIENES LA CULPA. 

Si me he callado la opinión sobre Terelu, me voy a callar la opinión que tengo de la salida del armario oncológico de Ana Rosa. 

El cáncer es rosa, pero no es una frivolidad, aunque lo hayan pintado así estas 2. 

Si hoy todo es rosa, no es por vender nada. Es por esto: 

"En España fallecen unas 6000 mujeres al año por cáncer de mama, lo que representa el 16,7% de todos los fallecimientos por cáncer del sexo femenino en nuestro país, y el 3,3% del total de muertes entre las mujeres".

"El cáncer de mama fue la causa de 411.000 muertes en todo el mundo en el año 2002, siendo la primera causa de muerte por cáncer entre las mujeres (14% del total de fallecimientos por tumores malignos".

"El cáncer de mama representa el tipo de cáncer más frecuente en la mujer, con una incidencia anual de más de 22.000 casos en España (IARC 2008), el 28,5% de todos los tumores femeninos. Además, supone la primera causa de mortalidad por cáncer en mujeres con  6.314 fallecimientos en 2011".

Sigo?? 

Se vende mucho. Se aprovechan también. Pero se ayuda en muchos casos a proyectos de investigación. O a asociaciones de mujeres. O a fundaciones que ayudan a mujeres que han tenido cáncer de mama para que puedan ser mamás.

Tú también puedes ayudar. 

Compra algo bonito. Que sea especial. Que te haga sentirte unida a las mujeres que padecemos esta enfermedad. Que realmente ayude económicamente a la causa. 

Si no quieres comprar nada, puedes pagarle a alguna amiga una mamografía por si se siente un bulto y tardan 2 meses en darle cita en la SS. 

O ayuda económicamente a alguna a pagarse su tatuaje de pezón. Ronda los 400€. Seguro que tu ayuda, se agradece. 

Siempre... 

Únete al rosa. 

Sé rosa, si quieres. Cuando quieras. 

Tócate las tetas hoy si estas sanota. 

Sé feliz, rosa o no. 

Se puede.